Por: María Loreto Temoltzin Barranco
Mientras he estado en la Preparatoria Ibero Tlaxcala (PIT) me he dado cuenta de que se practica bastante la espiritualidad, por ejemplo; todos los días antes de empezar la primera clase se utilizan 10 minutos para hacer reflexionar a los alumnos acerca de todo lo que vivieron en su día anterior, lo que pensaron, con quiénes interactuaron, después de pensar en aquello, hacen reflexionar en como podrían mejorar su vida, su día a día y su estancia en la preparatoria.
Desde mi punto de vista estudiar en una escuela Jesuita vale totalmente la pena gracias a la formación y experiencias nuevas que ofrece, conoces a nuevas personas y se fomenta la espiritualidad en búsqueda de que todos sus estudiantes sean practicantes de ella.
“Los colegios Jesuitas fomentan la integridad intelectual, la investigación crítica y el respeto mutuo. El ideal jesuita apoyo y alienta una menta y corazón abiertos para hacer preguntas conmovedoras de vida, ofreciendo un crecimiento y desarrollo espiritual. Un colegio Jesuita está comprometido a educar para una competencia global a través de la currícula, estudios en el exterior, proyectos facultativos extranjeros y oportunidades de que los estudiantes sean voluntarios. (Nita Martínez, 2018)
Se busca que los estudiantes tengan un compromiso académico, personal y espiritual, se busca la formación de excelentes líderes para un futuro en sus vidas, se busca mejorar totalmente el trabajo en equipo. Por el poco tiempo que he estado en la Prepa Ibero, he comprendido que está escuela logra que sus estudiantes sean exitosos profesionistas y a la vez personas increíbles y humildes, personas que quieren el bien de los demás, el bien común, además del propio. Estoy teniendo experiencias muy gratas, pues todos los profesores son apasionados en sus materias y siempre influyen en el ambiente del salón de clases. El sistema educativo de las escuelas jesuitas, específicamente en preparatorias es que se basan en criterios estrictos de excelencia académica, enseñanzas cívicas, respeto mutuo entre alumnos, profesores y autoridades, así como unidad a la espiritualidad y formación Ignaciana, educando a todas la personas intelectual, moral, espiritual y psicológicamente.
Comments