La educación en México es parte fundamental dentro de la formación de las nuevas generaciones es por esto que ante la necesidad de un sistema educativo de calidad surge el modelo jesuita pues la calidad tanto académica como espiritual la definen como un modelo ejemplar, dicho esto nace el debate de qué tan bueno o malo es el estudiar en instituciones basadas en el sistema jesuita, para iniciar con la discusión es importante definir qué es y en qué se basa este tipo de instituciones.
De acuerdo con Nita Martinez (2015) una escritora del portal de internet Ehow, define a este tipo de instituciones como:
Un colegio Jesuita es una institución de aprendizaje superior que prepara a sus estudiantes para servir a la comunidad global y la iglesia, a través del dominio de cuatro filosofías. La primera es comprometer la mente; la segunda es educarse para una sociedad global. Los profesores de los colegios Jesuitas también deberían estar preparados para enseñar éticas y un compromiso con la justicia, como también educar ciudadanos responsables.
Los principios dichos sobre la educación jesuita consisten en los mismos sin embargo el nombre llega a variar dependiendo de la institución a hablar. Personalmente he notado que la educación jesuita tiene muchísimos aspectos positivos tanto individuales como colectivos un ejemplo del primer factor es el tan mencionado MAGIS dentro de la Preparatoria Ibero el cual consiste en la acción de dar más hablando del desempeño académico haciendo de los alumnos de estos colegios personas sumamente competentes
Asimismo dentro del ámbito espiritual y por mi experiencia en instituciones de este tipo se encuentran las 4C las cuales consisten en aspectos para la construcción Ética y profesional de las personas haciéndolas, competentes, conscientes, entre otras cosas
Para concluir puedo señalar que este modelo es de los mejores pues hace que los alumnos den su mejor empeño para la construcción de un buen común teniendo en cuenta el pensamiento de los demás (Kuri)
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